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Poeto

Poemas y otros escritos para leer en cualquier rincón, en cualquier momento, y sobre cualquier cosa.

Falso Haikú
Por ti respiro
regálame un suspiro,
y en calma expiro.


Faena Diaria

Me descubro marinero en la mañana,

naufragios y nostalgias mi único equipaje,

cicatrices y olvidos... compañeros de viaje,

en mis desventuras semana a semana.

Por la tarde me sorprendo caminante,

de un sendero hacia la nada, el abismo,

en búsqueda de algún sueño, un espejismo,

en un triste deambular magro y errante.

Y a la noche apenas puedo descubrirme,

porque vuelo por el cielo azulado,

recorriendo mi pasado, olvidado,

mientras lucho vanamente por dormirme

Capullo en tres generaciones

Los sentimientos enfrentados de una madre frente al nacimiento de una hija con síndrome de down, a lo largo de toda su vida, volcados en palabras.
Respuestas (y preguntas) de su nieto, para una vida que fue en sí misma poesía.

Era verano un día

era siempre verano,

y mi vida tenía

lo que todas, pero era verano,

y nacieron mis hijas.

Y las cosas dolían

porque nada era fácil,

pero era verano y tenía a mis hijas,

tres capullos de rosas

que eran toda mi vida.

Ahora miro el verano

que está por todos lados,

no lo siento en la piel

ni me toca las manos,

desde dentro de mí

lo miro y no me advierte.

Ahora vivo, camino,

adoro a mis nietitos,

pero dentro de mí

ya no siento el verano.

Se agostó cuando supe

lo de mi Cecilita,

cuando no pude ver

los ojitos de Maxi,

cuando se fue mamá,

cuando enfermó Bebita,

ver enfermo a papá,

en tantas amarguras

voy perdiendo el verano.

Cuando el frío de mi alma

me invada toda entera,

Dios mío, que no sufran mis hijas,

Porque hace tanto tiempo

Que no tengo verano.

Cuiden a mi Ceci,

y dentro de ese amor

me darán el verano.


Ángela María Masseroni de Dorola

10 de diciembre de 1982


En la hoja amarilla, añeja y gastada,

se lee de un alma que perdió el verano,

la abandonó de golpe, se fue de sus manos,

dejando un vacío de amargura helada.

Tal vez no lo siente, ya no como antaño,

y su pecho suave de hielo se inunde,

pero en esa mujer el verano se funde,

y regresa y progresa como todos los años.

La letra borrosa y un favor rogado,

para que a Cecilia cuiden en su ausencia,

y todos lo haremos porque esa es su esencia:

por siempre entregarse por el ser amado.

Yo quiero que sepa, que sienta en sus manos,

que el estío a sus nietos por siempre ha inundado,

porque ella a todos nos ha demostrado:

de su amor y entrega nacen mil veranos.


Mariano Millán

Algún día de 1997

Puntos de Fuga

La necesidad de encontrar como desahogarnos de la realidad que nos ha tocado en la posmodernidad -capitalismo, consumismo, imperialismo mediante- , nos lleva a recorrer caminos artísticos impensados. Verdaderos puntos de fuga para escapar aunque sea durante unos versos de la realidad.

Mocoso de Villa Luro


¿Cómo pueden verte, sólo, en el anden,

y esquivarte siempre, fingir que no ven?


¿Cuántas estaciones, habrás recorrido,

con tu cara sucia, de tierra y de olvido?


¿Cómo has de jugar, de sentirte chico,

si no te respetan, porque no eres rico?


¿Cómo han de decirte, que no pidas plata,

si siquiera tienes, un techo de lata?


¿Cómo has de crecer, de ser un buen hombre,

si te cruzo siempre -como tantos otros- y aún no sé tu nombre?


Piel cobriza

Indio,

señor de la tierra, corazón sangrando,

que admiraba al sol y a los verdes prados,

que no había pensado a quien entregaba

ese gran tesoro, esa tierra santa,

tierra de comidas, tierra de moradas...

¿tierra de españoles y frías espadas?

No busca venganza, no es esa su idea,

no es necesaria esa filosofía,

es sólo justicia lo que él pedía.

Justicia a la tierra, y a los animales,

y a las selvas puras, y a su pobre alma,

alma solitaria que no tiene nada,

y a pesar de todo todavía canta.

Canta al sol naciente, y a la luna canta,

le canta a su vida, vida despreciada por la gente blanca,

por la gente docta y por la erudita,

y por la cultura tan santa y bendita,

cultura de Dios, cultura de hermanos...

¿hermanos de aquellos de quienes dudamos si eran humanos?

Su forma de vida distinta a la nuestra,

no era necesario que la adoptemos,

no pedían eso, no pedían nada,

tan sólo querían que los respetemos.

A ellos y a Dios, y a sus negras tierras y sus verdes selvas,

su cobriza piel y su amarillo oro,

y a su clara agua - clara y cristalina -

que siempre la usaban para ver su cara:

su cara de bueno, cara de inocencia,

su cara de bronca, cara de impotencia,

su cara de indio, que aún conserva.

Indio,

señor de la tierra,

corazón sangrando.

Amor en Doce Tiempos

  • Doce Tiempos: Un hombre que intenta sentir la libertad del amor en la senda de conocerse junto a una compañera.
  • Destiempos: Sentimientos compartidos y sentimientos antagónicos, en hombres y en mujeres.


Tiempo IX: Silencios y Palabras

Si tuviera que buscar esa palabra,

que te debo porque mi ser te acompaña,

por enseñarme a que mi corazón te abra,

es seguro, esa palabra será extraña.

Si regalarte un silencio yo quisiera,

que te mereces por ser mi consejera,

esa ausencia de sonido no es cualquiera,

es silencio de tarde de primavera.

Y esa palabra de agradecimiento,

Porque me enseñaste a decir lo siento,

Será mezcla de te amo y muchas gracias.

Y esa deuda de silencio primavera,

por el premio a estos veinte años de espera,

es silencio para no repetir gracias.




Destiempos: Soneto Incompleto


Intentando escribir este soneto,

al encuentro de la aurora voy marchando,

y aunque mucho ya he escrito está incompleto,

pues las musas hoy a mí me están faltando.

Pienso, creo, y dibujo en mi cabeza,

algún verso, alguna estrofa para ti,

pero no puedo alcanzar esa belleza,

que al mirarme me transmites tú a mí.

Es por eso que esta noche embalsamada,

se escabullen las ideas de mi mente,

con tu ausencia acompañando mi velada.

Y el soneto que hoy escribo es diferente,

pues le falta, para serlo, tu mirada...